sábado, 5 de mayo de 2012

Rafael. La escuela de atenas.

LA ESCUELA DE ATENAS.

La Escuela de Atenas es una de las obras más grandiosas de la pintura renacentista. Se trata de un fresco ubicado en la Signatura del Vaticano, y expresa a la perfección todo el genio de Rafael. La perspectiva se inspira en las obras de Leonardo da Vinci y los personajes recuerdan a Miguel Ángel, que en estas fechas pintaba la Capilla Sixtina.

En el centro se puede ver a Platón, con el Timeo, señalando el cielo, y Aristóteles, con la Ética, presidiendo un gran número de personajes. La Escuela de Atenas celebra la investigación racional de la verdad.

A la izquierda se encuentra Sócrates conversando con Alejandro Magno, armado. La configuración de la arquitectura del templo de la sabiduría, con los nichos de Apolo y Palas Atenea, como espacio renacentista y la representación de los sabios de la antigüedad como hombres contemporáneos de Rafael subrayan esta idea de continuidad entre el presente y el mundo antiguo.

Son muchos más los personajes clásicos representados en la obra, entre los que cabe destacar a Epicuro y Pitágoras, situados a la izquierda.

Se ha pretendido ver en esta pintura una representación de las siete artes liberales. En el primer plano, a la izquierda: Gramática, Aritmética y Música, a la derecha: Geometría y Astronomía y en lo alto de la escalinata Retórica y Dialéctica. En definitiva una continuidad entre el conjunto del saber antiguo y moderno teniendo como protagonista al hombre

martes, 1 de mayo de 2012

Pintura en el siglo XX "El renacimiento"



El cambio espiritual que se vive en Italia en el siglo XV tendrá su reflejo en el arte. Partiendo de la pintura de Giotto, Masaccio mostrará las expresiones humanas mediante monumentales figuras en acción, ejecutadas en un estilo austero, logrado con su dibujo un gran realismo.
La evolución continúa con Piero della Francesca, pintor que muestra una profunda admiración hacia la perspectiva, la proporción, el orden y la simetría, incorporando a sus trabajos la atracción hacia la luz y el color.
Mantegna aportará al Quattrocento un marcado interés por la perspectiva, figuras monumentales y múltiples referencias, tanto arquitectónicas como decorativas, al mundo clásico; el vivo colorido de las Escuelas veneciana y flamenca transmite una brillantez significativa a sus trabajos.
Pero será en la centuria siguiente cuando aparezcan los grandes nombres de la pintura italiana del Renacimiento. Leonardo destacará por su dominio del claroscuro y por el sfumato, técnica con la que difumina los contornos, como observamos en su espectacular Virgen de las Rocas.
La obra de Miguel Angel se caracteriza por el profundo conocimiento de la figura humana, interesándose por los volúmenes y la tensión, conocida como la "terribilità".
Rafael se siente atraido por la obra de Leonardo y Miguel Angel, creando un personal estilo ecléctico que se aprecia en sus Sagradas Familias, posiblemente sus obras más populares.
La escuela veneciana tiene en Tiziano a su mejor maestro. La luz y el color determinarán sus composiciones, anticipando el Barroco gracias a su admiración por los contrastes lumínicos.
Caravaggio es uno de los mejores representantes de la Escuela Barroca. El naturalismo de sus personajes y los acentuados contrastes entre luz y sombra caracterizan su pintura.
Pero quizá sea Rubens el mejor maestro de este estilo, mostrando en sus pinturas el dinamismo y la ampulosidad que definen este movimiento. Rembrandt es el mejor representante de la escuela holandesa. Su principal aportación es el empleo de una luz dorada que crea sensacionales efectos atmosféricos y que había tomado de la Escuela veneciana.
En la escuela española del Barroco destacarán importantes personalidades: Velázquez, Murillo, Alonso Cano, Zurbarán o Valdés Leal, haciendo de esta época una de las más destacables de nuestra pintura.
La decadencia del Barroco se produce a lo largo del siglo XVIII, aunque todavía se mantienen trabajando en estas fórmulas algunos artistas como Tiépolo, el último gran decorador del Barroco italiano. A caballo entre dos siglos encontramos una de las figuras más importantes del arte: don Francisco de Goya, artista que crea un estilo personal, anticipando movimientos posteriores.
En el siglo XIX la Iglesia pierde buena parte de su poder político y económico, lo que se refleja en la disminución de encargos artísticos. El Cristo en el lago de Genezaret de Delacroix, el Voto de Luis XIII o la Virgen con velo azul de Ingres, la Adoración de los Magos de Overbeck o la Salomé de Moreau son algunos ejemplos de escenas religiosas que se realizan en esta centuria. Los pintores del siglo XX buscan temáticas más personales pero no renuncian en ocasiones a la Religión, como observamos en las representaciones de la Judith de Klimt, la Entrada de Cristo en Bruselas de Ensor, la Madonna de Munch o la Ultima Cena de Nolde, particulares visiones de la iconografía clásica.

Pintura , Moderna y Contemporànea

 

 




 

                      Zdzislaw Beksinski


(24 Febrero 1929 – 21 Febrero 2005)
fue un reconocido pintor y fotógrafo Polaco.
Posteriormente, se concentró en la pintura. Sus primeras obras fueron de arte abstracto, pero a lo largo de los 60 hizo sus inspiraciones surrealistas más visibles. En los 70, inició lo que él llamó su “Periódo fantástico”, que duró hasta finales de los 80. Es en estos años cuando crea sus obras más conocidas:
Ambientes post-apocalipticos y surrealistas, con escenas detalladas de la muerte, decaídas, llenas de esqueletos, figuras deformes y desiertos llenos de cadáveres. Estas pinturas están muy detalladas y brillan por su alta precisión.
Sus dibujos altamente detallados eran de gran tamaño, y buscaban un detalle casi obsesivo.
A pesar de los macabros tonos de sus pinturas, Beksinski alegaba que estas pinturas eran malinterpretadas. En su opinión, eran muy optimistas, hasta humorosas.





Según algunos investigadores, las secuelas que le dejó la ocupación alemana de Polonia es lo que posteriormente le llevaría a pintar paisajes tenebrosos con muertos por todos lados.

Bienvenidos al blogger de Pintura y Religion


*Este es un Blogger creado por un grupo de estudiantes que como motivo de dar a conocer un tema muy interesante, que es el de la pintura y Religion daremos un pequeño repaso a travez de este blogger, esperamos que este trabajo pueda aportar conocimiento a nuestros visitantes y por lo tanto tambien que pueda prender esa curiosidad sobre el tema que iremos abarcando. Gracias por visitarnos*

jueves, 26 de abril de 2012

Espiritualidad religiosa

La preocupación moral estará presente, se propone el acercamiento a Dios mediante el abandono de los placeres mundanos y el ejercicio de la virtud; otros como forma de vida espiritual y expresión natural de inquietudes personales o sociales.

VIVO SIN VIVIR EN MÍ
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

                                           Santa Teresa de Jesús


Madona

Madona  es una de las  obras mas  representativas  de  este proceso  historico y dentro de las escultura

VIRGEN Y NIÑO DONATELLO